Los múltiples beneficios de los implantes dentales han revolucionado la forma en que nuestros dentistas se ocupan de los dientes perdidos y los problemas que conllevan. La tecnología y la ciencia han progresado para mejorar considerablemente los resultados de la colocación de implantes dentales. Hoy en día, existe una tasa de éxito del 90-95% para la mandíbula superior y la parte posterior de la mandíbula inferior y una tasa de éxito del 95-100% para la parte frontal de la mandíbula inferior (estas tasas son un 10% más bajas para los fumadores).

Los implantes dentales se fabrican extrayendo la raíz dañada y reemplazándola con titanio, una raíz protésica, llamada poste, que se implanta en la mandíbula. Después de un período de curación, el hueso crece y se fusiona con el implante, lo que se denomina osteointegración, lo que lo fija en su lugar y crea un ancla. Una vez anclado, se coloca un conector en el poste, que puede soportar un diente de porcelana, un puente de porcelana fijo o una dentadura postiza removible. Estos implantes sirven como una solución permanente para reemplazar un diente o dientes faltantes y pueden durar hasta 20 años.